viernes, 30 de septiembre de 2011

Me falta el equilibrio..

Siempre has sido de impulsos, de hacer las cosas sin pensar en las consecuencias y luego, ya que estás en un aprieto, morirte de miedo, al contrario mío, yo, primero me muero de miedo y luego, o hago, o mejor no hago las cosas.. ni tú, ni yo estamos en lo correcto, por eso me encantaba estar contigo, por eso (y tanto más) me faltas, porque hacíamos equilibrio, yo te dosificaba esos impulsos, esos arranques y tú, dosificabas todos mis miedos.. te necesito tanto, todo el tiempo..

Hoy, "casualmente" encontré conversaciones nuestras de hace un año.. todo era tan diferente. He recibido también un mensaje, solo quiero que estés bien.. eso y nada más..


Voy al piano, esta noche me dedicaré a hacerte una canción...

viernes, 23 de septiembre de 2011

¡Ven!

Dejé de escribir algunos días, no porque no tuviera que decir, simplemente por voluntad. Así, nada más. A veces, pienso que hay que dosificar lo que uno ama, por aquello de que a la mañana siguiente, podamos despertar sin ganas.. ahora que lo escribo, qué miedo me está dando.. "dosificar el amor, para que no se termine". Suena patética mi idea y ya sé, contigo me pasa lo contrario. A ti no te dosifico, te gasto, entonces, concluyo con el título de un blog del que soy fan: Que mala soy dosificándote. Bueno, ya me fui por otro lado..

Esta semana me he levantado muy temprano, cuando el día aún tiene matices de noche, hay luna y algunas estrellas todavía. Me gusta. Respirar a esa hora, hace bien. Los problemas se llenan de oxígeno, se refrescan. Nada está del todo mal a esa hora. El cielo es color azul intenso, lo necesario, para saber que es azul, para no confundirlo con el negro. Es del color de las lucesitas de la pista de aterrizaje que hay en el aeropuerto. Alguien me dijo un día, mientras mirábamos por la ventanilla del avión, que ese azul, era su favorito, "así está el cielo muy temprano". Es cierto. Me acordé de aquellos viajes, por cierto.

Sigo yendo al parque, ese al que va más gente, ya no me gusta estar sola, prefiero ver muchas personas, aunque ninguna camine conmigo precisamente.. antes era al revés, sospecho que era porque sabía que, aún sin que estuvieras a mi lado, te tenía, estabas, estábamos.. ¿te habré gastado?, si yo hubiera dicho, "no lo hagas", ¿cómo estarían las cosas?, ¿me habrías hecho caso?.. me gusta pensar que sí, no sé si por humillarme, o por sentirme grande, por el hecho de que "tengo el poder" de cambiar la historia. No importa, nada de eso importa ya. Importa que me faltas, y que en esta realidad, no soy lo suficientemente "grande" como para cambiar las cosas. Importa que todo lo que siento por ti, es "ilegal".. ya sabes, por decir una palabra.

El post-it de esta ocasión, es de una frase conocida. Cuando lo dejé, no pensé en el mensaje tan subliminal del sitio en donde lo puse, un teléfono público, como si alguien al verlo, fuera a llamarme para decirme: ¡ven!




Vaya descuidos los míos, olvidé dejar mi número de teléfono.. y el papel afuera de tu casa.