martes, 26 de julio de 2011

Tu dulce locura.. hoy no está!

¿Cuántas monedas hay que aventar a la fuente de los deseos para que un sueño se haga realidad?.. "Que todo sea como antes", me digo bajito y luego lanzo otra moneda a esa fuente imaginaria donde pido los míos.. y también donde me arrepiento de haber pedido otros más. Hoy, lo único que quiero, es que vuelvas, o que yo encuentre el modo de traerte de regreso.
Sé que hace algunos días, me juré despedirme "para siempre" de ti. Te hice una carta donde le ponía un final a nuestra historia, te daba explicaciones, te hacía una lista de reclamos, de reproches, reviví momentos, hasta esos que creí haber olvidado, mencionaba una por una las interminables canciones, amontoné en el centro todo aquello que me hacía recordarte. Para poder cerrar el ciclo de una buena vez, respiré hondo y pasé bruscamente mis dedos por las heridas, hice sonar aquellas palabras que me aplastaron, me situé en tantos y tantos momentos en que no estuviste, le dí la mano a tu ausencia, me bebí de golpe todo lo que duele, lo que lastima, lo que hace daño, para así, tener "más valor" de prender un cerillo a la carta y con la carta, a todo lo nuestro, a lo "malo", pero también a todo lo increíble que viví a tu lado. Lloré, hice berrinche, mientras veía como el fuego sin tentarse el corazón, se comía las palabras que yo escogí con tanto cuidado para poner en el papel, en minutos, aquello se volvió cenizas, de fondo "Boston" y en medio de todo, yo.
Después de eso, me prometí no mencionarte, me lo prohibí. Ilusamente, como siempre, creí que al día siguiente pensaría mucho menos en ti y que así pasarían un día y luego más, hasta llegar al punto en el que me costara un esfuerzo recordar tu nombre. No fue así, y es que, por cada cosa "mala" que recuerdo, vienen tres buenas y me descubro sonriendo idiotamente. Me descubro haciendo lo imposible por prenderme aunque sea de algo que me lleve a ti, que te traiga a mí, y a mi desgracia o conveniencia, este lugar, esta vida, este mundo, está inundado de cosas de las que puedo hacerlo. Sigo cantando "nuestras" canciones y he sumado muchas otras que te mantienen aquí. Tengo ventanas abiertas para asomarme a tu vida con toda la intención. En una de esas asomadas, me di cuenta un poco de como camina tu vida ahora.. vaya que todo es tan raro. Recordé nuestras ganas de sentirnos libres, de tragarnos al mundo con todo y envoltura, la necesidad de lejanía que pedíamos a gritos, ¡qué ironía! hoy, tú estás lejos y yo, aquí con tu historia deshojada, a medias, me gustaba más cuando te sentabas a contármela y me dejabas escribirle más páginas.. me gustaba antes.. cuando soñábamos con la vida "perfecta", la alegría que sentía no era la de creer que lo lograríamos todo algún día, sino simplemente el acto de soñar, eso sí que era bonito. Me gustaba cuando hasta la Luna se moría de envidia al vernos, cuando la hacíamos temblar y yo te hablaba de viajes, de canciones y de dudas existenciales.. me gustaba tu "yo también" después de cada frase mía. Este no era el plan. Acuérdate. Yo iba a fumarme el humo de tus cigarros y tu ibas a desvelarte con mi insomnio maleducado.

A veces, (por no escribir que siempre) sigo diciendo "nosotros", sigo guardando las "mejores historias" para contártelas en la noche, te sigo contemplando en el primer lugar para platicarte mi última hazaña. Cada que llueve se me empapa la mente de recuerdos tuyos (bueno, sin lluvia también me lleno de ellos). La lluvia, por cierto, era nuestra, igual que la Luna, hoy no sé.. ni siquiera lo que tengo lo siento mío. Éste "aquí", no se siente tan bien desde hace meses. Guardo despacito aquellos planes, algunos aplazados por razones tan superficiales, que me da pena siquiera mirarlos.. los empaco, si no vuelves/volvemos, no los saco, que nadie tiene tu magia como para llevarlos a cabo y por respeto, cariño y ridiculez también, no autorizaré a nadie para venir a sacarlos.

¿Qué estarás haciendo? ¿Estarás feliz ahora?, es tan poco lo que hoy sé de ti, pero es lo suficiente para que me duela, para querer regresar el tiempo, para llenarme de culpas, de "hubieras", de arrepentimientos, para morderme los labios y no llorar cuando veo fotos.. sé lo suficiente para repetirme sin cansarme que, este no era el plan..
Llueve despacio, por dentro no, lo bueno que nadie ve, que nadie se moja. Mientras, yo me inundo de recuerdos, ¡ojalá pudiera venderlos!..

Debería cerrar la ventana, pero ¿y si un día vienes? ¿por dónde vas a pasar? si la puerta está cerrada...

y de fondo esta canción...


deshacerme de ti?.. mejor mañana...

2 comentarios:

  1. "Debería cerrar la ventana, pero ¿y si un día vienes? ¿por dónde vas a pasar? si la puerta está cerrada..."

    Hace falta más que la voluntad para cerrar ventanas, en el fondo creo que cuando se quiere, cerrarlas se convierte en misión imposible (y mejor, porque quizás dolería más)

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  2. Pero si la puerta se cierra es muy complicado llegar a las ventanas .. por no decir imposible ..

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