lunes, 18 de julio de 2011

Pasen, ¡pónganse cómodos!

Escribo esta primer entrada mientras escucho como llueve, ¡qué bonita bienvenida!

Supe que me gustaba escribir no hace mucho, no sé si lo hago bien o lo hago mal, y realmente eso no me importa tanto como descargar emociones en forma de palabras. Creo que habemos personas pisando este mundo con más necesidad que otros de contar un poco de lo nuestro, no para que muchos lo lean, sino simplemente porque encontramos cierto alivio al hacerlo.
Me gusta contar historias de las que soy protagonista, de las que soy testigo ya sea por voluntad o por "casualidad", de las que soy personaje secundario, o historias que me han contado, que envuelven cierta magia, misterio y demás, de las que solo me sale un: ojalá yo hubiera estado ahí. En fin, las historias son lo mío. Me gusta escribirlas, inventarlas, vivirlas, escucharlas... y son justamente historias, las que iré guardando aquí. Inventadas, reales, creo que es lo de menos. Estoy convencida de que todos tenemos una (o miles) por contar y que también tenemos la necesidad de escucharlas o en este caso, leerlas.
No sé cuantas personas vayan a leer algo de mis historias, de mis matices, no pretendo gustar, ni que me crean, la intención más grande es que, al leer mis desahogos, mi descarga de sentimientos acumulados, automáticamente desahogues y descargues algo tú también. Bienvenido entonces, pasa, ¡ponte cómodo! Quienquiera que seas.




Mejor mañana...

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